Soulmates #Love #Love #Hate #Hate #Hate #Hate

Se despertó sintiéndose fatal. No sabía en qué momento se había quedado dormido (probablemente después de que luego de una oleada inmanejable de placer, los estímulos cedieran y él tuviera paz y ,gracias a dios, un último orgasmo) pero estaba seguro de que le faltaban unas cuantas horas de sueño... Unos días probablemente.

Era más doloroso que una resaca y sus músculos no querían responderle del todo. El olor a quemado era insoportable. Olor a quemado? Volteó y descubrió la enorme mancha negra, crujiente, apestosa, en lo que supo ser su sillón. -No. No. NONONONONO- gritó, furioso, incorporándose de golpe.

Odió a absolutamente todo el universo. Se encaminó a la ducha dando pisotones y decidió que, a penas terminara, sacaría el sillón a la calle. No quería ningún recordatorio de lo que había pasado anoche y, además, con lo que salía retapizarlo podría comprarse uno nuevo. Tuvo la tentación de romper algo. Había arrancado el fin de semana desastrosamente.

Tahiel levantó una camisa del suelo y se la revoleó a Ray aceptando su ofrecimiento. - Si me vas a llevar entonces vestite. - Le dijo y se puso a buscar su propia ropa.
- Si si~ no te querés bañar primero? Te podemos ayudar... - Sugirió el otro pero la mirada que recibió en respuesta del pelinegro le sirvió de negativa. No, Tahiel estaba demasiado hecho bolsa como para arriesgarse a un segundo round.
- Ah Taty! Quién es Anthony? Por qué no nos dijiste antes? - Preguntó Miriam mientras los dos hombres se vestían.

"Mi vecino" Tahiel estuvo a punto de responder pero se detuvo sospechando del tono en que Miriam lo había preguntado y cuando levantó la vista vio las miradas pícaras (?) de ambos.
.... Bajó la vista hacia su brazo y vio que las vendas con las que había cubierto el maldito tatuaje se habían caído, ve a saber cuándo.

- NO sé y NO me importa. - Respondió seco queriendo dejar el tema allí pero obviamente la pareja no iba a dejar pasar la perfecta oportunidad de molestarlo. (al mundo le encanta molestar a Tato)
- Awww pobrecito. Después de todo esto debió haber sufrido. Sos malo Taty, lo hubieras traído y nos divertíamos los cuatro. - Siguió la mujer mientras Tahiel terminaba de vestirse y le tiraba el resto de la ropa del suelo a Raymond para que se vistiera rápido.
- Que no lo conozco y No me importa. Además me la debía. - Siguió Tahiel en su furia(?) y maldijo haber dejado salir las últimas palabras, que sirvieron para alimentar el repertorio de sus amigos.

Cuando al fin Raymond terminó de ponerse su ropa Tahiel le tiró las llaves de su Suzuki y caminó directo a la puerta con un - APURATE. - Molesto ignorando las risas de los otros dos.

- Deberías cambiarte también por si llegan esos dos, aunque supongo voy a estar de vuelta para entonces. - Ray se despidió de Miriam con un prolongado beso, ignorando las prisas del pelinegro que los miraba irritado.
- Apurate entonces que no quiero quedar en medio de tus negocios! - Volvió a apresurarlo Tahiel desde la puerta.

¿Por qué había aceptado que lo llevara? Con el mal humor que le habían provocado ya le daba igual lo que le doliera el cuerpo y podría haber fácilmente conducido hasta su casa. Pero después de un rato sentado tras Ray en su moto, con el otro callado y con su irritación disminuida, volvió a entender por qué lo había hecho. Ese maldito par de bastardos se había divertido de lo lindo con su cuerpo.

- Es acá, no? - Raymond rompió el silencio y preguntó parando la moto frente al edificio que correspondía a la dirección que Tahiel le había pasado.
Tahiel asintió y soltó la espalda sobre la que s había estado recostando durante el viaje para pararse con movimientos adoloridos(?)
Raymond lo siguió luego de atar la moto al poste mas cercano y le tendió las llaves de la misma a su dueño que cuando se acercó a agarrarlas, el otro aprovechó para besar sus labios.

Tahiel no se resistió, no tenía ganas, pero tampoco le correspondió. - Lo volves a hacer y estas muerto. Y si mi hermano nos ve estas el DOBLE de muerto. - Se limitó a amenazarlo visiblemente molesto cuando el otro se separó.

Raymond rió y lo saludó antes de darse vuelta para irse a buscar un taxi(?)
Tahiel suspiró cansado y también se dio vuelta para entrar al edificio, sufriendo cada paso que daba. Quería llegar, darse una ducha rápida y recostarse durante el resto de la semana.

Pero volvió a olvidar su cansancio momentáneamente cuando dentro del ascensor se miró al espejo mientras aprovechaba a sacarse los piersings.
Lo primero que lo molesto fue el haberse olvidado de cubrir su maldito tatuaje de su soulmate. Mas le valía a su maldito vecino no salir cuando él llegara, no quería malentendidos.
Y segundo, y lo que lo puso aún mas iracundo fueron las manchas rojizas que se remera no alcanzaba a cubrir. Estaba cubierto de malditos chupones. De pies a cabeza(?) y definitivamente se los habían hecho a propósito en lugares difíciles de cubrir. Tenía desde el cuello, sobre la mandíbula bajo su oreja hasta en sus brazos! Y para colmo había varios, definitivamente a propósito, rodeando el maldito tatuaje.
¿¡Cómo mierda iba a hacer para cubrirlos todos!? ¿¡Cómo carajos podía ocultarlos de Timothy!?
Salió del ascensor con el manojo de piercings siendo aplastados en uno de sus puños y el golpe de las puertas del mismo resonaron en el pasillo. Iba a matarlos. Iba a matar a ese maldito par de sexopatas! (?)

Dio un par de pasos y se detuvo. Se cruzó de brazos, mirando el objeto de debate con lástima que viraba, por momentos, a enojo. No quería volver a verlo, no después de lo de anoche. Pero luego de una ducha relajante y un delicioso almuerzo, había tenido sus dudas sobre deshacerse de él así como así. Le había costado mucho esfuerzo ahorrar lo suficiente para comprarlo. Y no sólo eso, era extremadamente cómodo y la disposición del cuarto entero giraba en torno a él. Suspiró y se alejó a la cocina. Primero tendría que averiguar cuánto le saldría retapizarlo y, en base a eso, decidiría.

Sería bueno entonces darse una vuelta por el barrio y averiguar, concluyó, yendo a cambiarse y llamando al trío cánido para llevarlos consigo. Caminar, despacio, sería una buena forma tambien de llamar al orden a sus pobres músculos. Aunque unas cuadras después sabría que no era muy buena idea.

Tahiel fue directo a su apartamento pero cuando pasó frente a la puerta de su vecino no pudo evitar sonreír y contener una leve risa. Olía a quemado.
Tahiel se complació al saber que no era el único que hacía desastres en la cocina. Probablemente.
Aunque aquello mejoró bastante su humor, no lo disuadió de su plan de asesinato de sexopatas(?)
Después de darse una corta y rápida ducha, se fue a tirar al sillón del living y prendió la tele conforme y planeando en no levantarse de allí ni moverse por el resto del día y el siguiente.

Timothy al fin se despidió de sus amigos después de horas de estar despidiéndose con el "me tengo que ir" y "ya me voy". Maldijo cuando miró hacia el cielo y notó que ya comenzaba a oscurecer. Si llegaba de noche su hermano iba a enojarse. De nuevo... Pero eso no lo detuvo de, a medio camino, detenerse a molestar a unos perros y saludar a una cara conocida.
- Hola Tony! - Saludó a su vecino, mientras se agachaba a revolver las orejas(?) de uno de sus perros.

El saludo lo distrajo de sus pensamientos y volteó hacia Timothy, acariciando a Heim con cariño entre las orejas. Sonrió ante la emoción de Klaus ante la presencia del chico y asintió a modo de saludo. -Buenas- replicó, calmado, cruzando las piernas extendidas. Había estado sentado en esa banca por un rato, luego de haber caminado por un buen rato. -¿Recién yendo para casa?- agregó, divertido, imaginando la escena que se armaría si el menor llegaba de nuevo con el sol ya caído, en base a lo que recordaba de la pizzería. -Pero supongo que la pasaste bien, eso es lo importante- comentó compinche aunque se le notaba la falta de energía y la frustración de una tarde llena de decepciones.

- Si... Medio tarde... - Le respondió encogiendo sus hombros, sin dejar de molestar a los perros y, contrario a sus palabras fue a sentarse en el banco lado de Anthony.

- Vas a ver la carrera de formula 1(?) que pasan por la tele el miércoles a la noche? - Le tiró la pregunta de la nada, poniendo en marcha el plan que había el día anterior al ver la propaganda en la tele de la casa de su amigo.

Sabía que a Anthony le gustaban algo los autos por algunas revistas y los juegos de carreras de la Play que había en su casa, aunque no sabía cuánto le gustaban... De todos modos único que le importaba era si iba a o no a ver la carrera; así intentaría hacer que él y su hermano la vieran juntos y si era posible que lo hagan en la casa de Anthony. De ese modo el podría dormir sin tener que soportar las exclamaciones (puteos(?)) de Tahiel a media noche(?) cosa que utilizaría de excusa de ser necesario (?) aprovechando que la carrera era en medio de la semana y "tendría que dormir bien para levantarse temprano al dia siguiente para ir a colegio"

Enderezó un poco la espalda ante la pregunta, casi habiéndose olvidado del tema. Es verdad, pensó con cierta alegría, en unos días arranca el circuito en Mónaco. Asintió con un pequeño boost de energía. -Cuenta con ello. No pienso perderme ni una este año.- Después de todo, ya estaba más que acostumbrado a /no/ dormir. Ya podía imaginarse, sentado, manta liviana encima a modo de mantel, varios snacks delante suyo, incluso quizás algunos sándwiches en pan de campo o fruta fresca, apoltronado en su sill...

-Agh, pero la re putísima madre- Anthony nunca insultaba delante de otros, en voz alta, pero la frustración lo consumió por completo al darse cuenta de que el plan era perfecto de no ser por el pequeñísimo detalle: su sillón. Enterró su rostro en sus manos, los codos firmes en las rodillas. Los perros, que se habían sobresaltado con su exabrupto, lo miraban entre curiosos y preocupados. Suspiró y se dio cuenta de que no estaba sólo, por lo que gruñó sintiéndose un imbécil -Lo siento. Ha sido un día... largo-

Contrario a los perros, Timothy ni se inmutó. Estaba demasiado acostumbrado a puteos repentinos sin previo aviso y a todo pulmón. La única diferencia es que los de Tahiel continuaban hasta dar la sensación de ser interminables.... Se encogió de hombros.

- No es nada. - Le respondió un poco curioso por el motivo del exabrupto. - Tenes trabajo o algo y no vas a poder verla? - Le preguntó la primera opción que se le ocurrió. - Si es eso no hay problema, te iba a preguntar si te podía tirar a Tahiel así me dejaba dormir pero ya pensaré en otra cosa. - Agregó con una mueca.

Suspiró y le dedicó una sonrisa cansada, pero negó con la cabeza. -No,no. Es que tengo casi un ritual para ver las carreras pero...- pareció empalidecer por un momento- Mi sillón tuvo un accidente y ahora debo ver de tapizarlo o comprar uno nuevo- el lamento y la frustración eran claros en su tono. Suspiró una vez más.

Se permitió distraerse un momento. -No hubiera imaginado que tu hermano fuera también seguidor de la F1- agregó rápidamente, queriendo olvidarse del tema de su pobre mobiliario y pasar a momentos más amenos.

- Pffff podría decirse, aunque mas que las carreras, le gustan los autos en general. Hubo un tiempo que trabajó en un garaje y la casa estaba llena de pedazos de autos y motores por todos lados. No tenía una prenda de ropa que no estuviera manchada de grasa. - Comentó Timothy agarrando una rama el piso y arrojándola, los perros no tardaron en correr atropelladamente tras la rama compitiendo por quién la alcanzaba primero.

- También trabajó en una tapicería así que seguro puede arreglarte el sillón. Pero no prometo que no vaya a cobrartelo... No, seguro te lo cobra. - Se encogió de hombros y sonrió cuando el perro ganador(?) se le acerco con rama en boca para que se la tire de nuevo.

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Mientras que Timothy complotaba la cita de su hermano con su sospechado soulmate, Tahiel se encontraba recostado en el sofá. Lugar del que no se había movido desde el día anterior, y lugar en el que se hubiera quedado un buen rato más si no fuera porque escuchó el ascensor y creyendo que era Tim, corrió a su cuarto a encerrarse en él y buscar qué ponerse para evitar el cuestionamiento.... No creía que le creyese si le decía que eran picaduras de araña...

Para su suerte, fue falsa alarma y tuvo tiempo de sobra para rebuscar en el fondo del armario una polera de manga larga incómoda que tanto odiaba usar y por eso nunca hacía. Luego de ocultar todo rastro de su noche salvaje(? Buscó su teléfono para llamar al mencionado a ver por donde andaba. Que por algo le había alertado el ascensor, era hora de que llegue pero aún no daba señales de vida. TIIIIMMMMMMM WHERE ARE YOOOUUUU
Con cada tuuuu que su hermano no atendía Tahiel daba vueltas en el departamento preguntandose si debía procuparse o no(?

- Ta! Estoy en el parque con Tony, me lo crucé de camino a casa! - Apenas atendió el teléfono, Tim atajó las quejas de su hermano con destreza, no dando lugar a ellas. -....-

- Ok, salgo de compras entonces y te recojo de camino así me acompañás al super. - No es que realmente fueran necesarias las compras pero luego de estar tirado tanto tiempo quería salir y que mejor forma de vengarse de su hermano que cortandole la diversión? Por no avisar donde anda y porque segúramente esté tramando algo con el vecino. Debía evitar eso )? - D: Ok... - Accedió Tim y cortó luego de un par más de intercambio de palabras.
Guardó el celular en un bolsillo y le sonrió al hombre junto a él. - Tato viene para acá, aprovecha a ir al super. Le podemos preguntar si te tapiza el sillón. - Sonrió viendo su plan bien encaminado (?

Observó el intercambio divertido, imaginándose que esta era la habitual reacción cuando el menor se demoraba y le produjo algo de ternura. A pesar de su temperamento, su vecino era un hermano mayor muy atento y dedicado. Sonrió aceptando la propuesta de Tim. -Seguro, preferiría que esté en manos conocidas. Y me estarías dando excelentes referencias- le guiñó el ojo burlón y le chifló a los perros para que se fueran acercando a ellos. -Creo que voy a acompañarlos, podría sacarme de encima las compras- dijo de buena gana mientras le hacía mimos en la cabeza a su ovejera.

Tahiel no tardó en llegar al parque y avistar a su hermano hablando animado con el vecino. Lo vió levantar la vista de los perros pero apenas cruzaron miradas y Tahiel amago a saludarlo desde la media cuadra que los separaba, Timothy bajo la vista devolviendo su atención a los canes sin haberlo reconocido. Tahiel con el brazo en alto: ... :'C
No es que Timothy no lo hubiera visto, hasta le pareció haberlo reconocido pero lo descartó al instante al ver que la persona que parecía ser su hermano llevaba una polera puesta. Tahiel casi nunca llevaba manga larga, menos aún una con cuello de tortuga.
Llegó junto a ellos con expresión dolida (Traducido en cara de culo)(? Y luego de saludar a Anthony con un ademán aprovechó que su hermano seguía ignorándolo sin haberse percatado de su precencia para aplastarle la cabeza con el puño y girarlo una y otra vez (fosforito de venganza por haber sido ignorado(? )mientras lo retaba - ¿Cuantas veces tengo que decirte que avises por donde andas? ¿Un mensajito, algo? -
- ¡Gaaaah! - gritó Tim soprendido por el asalto repentino y luego se giró para enfrentar a su hermano con una sonrisa de 'soy adorable no me maltraten'(?. Pero frunció el ceño al verlo y le hizo señas para que se acercara. Tahiel se agachó extrañado sólo para confundirse más cuando la mano de Tim se posó en su frente.
Tahiel: ?????
Timothy: ?????? Que raro, no está enfermo... ¿Por qué lleva polera?.... ¯\_(ツ)_/¯
- Taaaa, Tony necesita tapizar un sofá, le dije que tal vez tenias tiempo y podias encargarte :3 - Dejando la intriga de la vestimenta de su hermano de lado, Tim se puso manos a la obra en ejecutar su plan.
-....- Tahiel miró a su hermano con sospecha. Definitivamente estaba tramando algo aparte de ese pedido. Y no le costó mucho saber por donde encaminaba el 'maravilloso' plan. Luego miró q Antony un momento para luego volver a mirar el rostro esperanzado con falsa inocebcia de Tim.... Suspiró y palmeó la cabeza de Timoty con aceptación resignada. 'vos ganas esta vez...'
- ¿Un cuerpo o dos cuerpos? - Preguntó a su vecino para hacerse una idea de qué iba a tener que hacer y luego agregó. - Vos pagás los materiales. - Después de todo el vecino era bueno con su hermano así que debía dar una mínima muestra de agradecimiento(?
Timothy sonrió victorioso ante las palabras de Tahiel. Su plan avanzaba bien!... Y casi se desmaya al darse cuenta de que su hermano no había mencionado costos de mano de obra (?)

Al cabo de unos minutos de charla amena con Tim y jugar con los perros, notó movimiento cercano a ellos por el rabillo del ojo. Por instinto se puso en guardia pero pronto reconoció a su vecino y le respondió el saludo con el leve asentimiento y un dejo de sonrisa pícara al ver que pensaba asustar a su hermano menor... El resultado le dio gracia y algo de nostalgia de cuando su madre le hacía lo mismo cuando estaba demasiado perdido en sus juegos y no bajaba a cenar.

Escuchó el intercambio en silencio y estudiando las reacciones del morocho, sólo para verse sorprendido por los resultados. Sonrió honestamente agradecido. -Dos cuerpos; y me dejas invitarte la cena- agregó aunque dudaba que el otro fuera a aceptar y tendría que enchufarle algún paquete con la comida en cuestión. -¿Qué recomendás para tapizar que no sea demasiado caluroso?- preguntó mientras se ponía de pie y se disponía a acompañarlos al supermercado (aunque no estaba seguro de a cuál irían).

"... Dos plazas." Repitió Tahiel en silencio pensando en cuánto podría cobrarle por el trabajo. Pero un vistazo a su hermano que intercambiaba vistazos hacia él y el vecino, visiblemente entusiasmado. Le hizo rechazar la idea. "Sólo esta vez." Se prometió. Despues de todo trabajar gratis era un taboo que no pensaba violar nunca mas en su vida. Aunque esta vez no era trabajar gratis si lo tomaba como pago por hacer de niñero de su hermano. Si. Eso.
Tahiel se sintió mejor consigo mismo luego de poner en palabras su excusa y asintió. - Pero Tim decide el menú. - Aceptó la oferta de Anthony con una condición y el mencionado hizo una mueca desilucionada, su fanfict(? Rompiéndose en pedazos al verse involucrado en la cena de soulmates (?
Luego, entrando en modo negocios, Tahiel comenzó hablar de telas, los tipos, calidades y cualidades de cada una cual catálogo dictado.

Timothy suspiró y aburrido tiró de la manga de su hermano para señalar hacia la dirección donde estaba el supermercado. - Podemos ir yendo al super?, Tony dice que tambien debía hacer compras, no? - "Por favor callate" comentó con significado oculto y con la mirada rogó por ayuda al rubio. En ese momento una idea cruzó su cabeza y sonrió conspirativo de nuevo. - ¿Por qué no van el próximo fin de semana a ver telas? Seguro así es mas fácil que escucharte hablar en técnico que ni vos entendes y solo repetís..... -

Tahiel hizo una mueca a las palabras de su hermano y desvío la vista sin poder negarlo. Por mas que sabia aparentarlo y recordaba varias descripciones y nombres comerciales, la verdad era que no sabía mucho de telas, solo cómo venderlas. Con el sillón..... ¡Pero a grandes rasgos algo entendía! ... Aunque si se las ponían en frente y le preguntaban cuál era cual dificilmente podria distinguirlas.... Ehhhhh.
- ....Vamos al super entonces? - Se resigno a reconocer de forma implícita. Y comenzó a caminar ~avergonzado~ con cara de orto. Había comenzado a hablar por hábito... No es como si hubiera estado planeando en estafar al vecino.... No esta vez...

Sonrió en silencio ante la 'contraoferta' de Tahiel, haciendo una nota mental de ir consultando con el menor por la cena y el postre. La imagen de los tres compartiendo la mesa le produjo una agradable sensación; era una costumbre que había perdido hace tiempo y cada vez que sucedía, le producía nostalgia de cuando era niño y su madre hacía unos deliciosos (pero masivos) desayunos. Acarició la cabeza de uno de sus perros cuando éste dio un pequeño salto hasta sus dedos.

Escuchó al otro intentando esconder la confusión en su rostro mientras se quemaba la memoria intentando recordar lo poco que sabía de telas, si es que eso siquiera contaba como conocimiento. En secreto, agradeció que el menor de los hermanos interviniera, porque temía decir algo y quedar como un burro o, peor, terminar con el sillón más horrendo de la historia. -Suena bien, tenemos que decidir un día así puedo arreglar con algún compañero para que me cubra- comentó el rubio, enderezando el camino hacia el supermercado -¿Cómo viene tu fin de semana?- le dirigió a Tahiel, pues no sabía bien cómo funcionaba la pizzería los sábados y domingos, pero suponiendo que estaba más bien atareada.

Suspiró aliviado de que no hubiera mucha gente en el supermercado, así podrían terminar con las compras pronto.

Timothy encabezó la marcha al frente de su hermano y Anthony, acompañado por los perros. Estratégicamente adelantándose a los adultos par darles algo de privacidad en lo que tardasen en llegar al supermercado. De paso, ideaba estrategias conspiracionales en su mente, tal vez el día de la cena se iría a la casa de un amigo y avisaría a última hora diciendo que tenían que terminar un trabajo práctico grupal urgente? Hmmmm ah, y tenía que pensar alguna comida romántica? Que podría pedir? Spaguettis? Pero no es como si fueran la dama y el vagabundo.. Tato definitivamente sería el vagabundo. Pero no ... Hmmmm Oh! ¿Cómo era eso, comidas "afosidiacas"? O como sea que se llamaran. Creía haber leído por ahí que eran buenas para citas? Luego debía googlear bien qué era eso.

Mientras Tim divagaba su complot, Tahiel veía de ajustar un horario con su vecino. - El sábado se complica, pero el domingo me toca el turno nocturno así que tengo la mañana y tarde libres. - Respondió haciendo un recuento de sus horarios de este fin de semana evitando mirar al rubio, aún con el ceño fruncido, avergonzado por su comportamiento anterior. Por suerte tampoco tenía programado ningún 'atraco' por un tiempo. (creo?) - Podemos ir el domingo a eso de las 10/11 si te parece bien. - Propuso el horario teniendo en cuenta que por el día la mayoría de las tiendas comenzarían a cerrar poco después del mediodía. En eso se dio cuenta de que probablemente les caería la hora del almuerzo encima y dejó de observar la vereda y el otro lado de la calle para ahora sí dirigir su mirada, distraído, hacia el hombre junto a él. - Y luego podemos almorzar algo mientras discutimos qué hacer con el sillón acorde a la información recopilada. - Agregó en autorreflejo al ser éso lo que hacían usualmente con Tim en ese tipo de salidas.

Timothy escuchó a su hermano y casi tropieza. Sonrió victorioso mientras se contenía de darse la vuelta para observarlos y anotó mentalmente buscarse una excusa para el domingo, no vaya a ser que lo arrastren a la cita!

Lo pensó un momento -Si mal no recuerdo, también tengo turno noche el domingo- admitió un poco disgustado, porque no era particularmente adepto al último turno ni al supervisor del mismo. Normalmente pasaba poco y nada y todas sus horas se iban en trámites y archivo de casos. Finalmente asintió, bastante entusiasmado con el plan.

-Suena bien- dijo para luego llamar a los perros con un chiflido corto, dado que se estaban acercando a la tienda -Ojalá podamos tenerlo resuelto antes del próximo miércoles- agregó, sincero. Pocas cosas disfrutaba tanto como ver las carreras en casa, snacks y cerveza en la mesa ratona, los perros desparramados por el cuarto sobresaltándose con sus exabruptos.

(Recordatorio: Vamos a suponer que el miércoles posterior a la cita del domingo arranca la temporada de F1 xP).

Mientras Timothy no cabía en si de la emoción por la buen encaminada trama, su hermano retomaba su humor sombrío.

"Hmph. ¿Miércoles? Cualquier tapicería le tendría el sillón mínimo dos semanas y el lo quería para el miércoles??" Pensó despectivamente de su vecino egoísta y desagradecido. Sí debía haberle cobrado..... ¿Miércoles? Pero luego cayó en cuenta de la fecha y miró a Antony con sospecha. - Por la F1? - Preguntó con su expresión de siempre pero con un brillo entusiasta en sus ojos.

Timothy sonriendo complaciente, buscó la billetera de su hermano en su bolsillo y le sacó dinero antes de devolvérsela en la mano. Le dió unas palmadas en el hombro complaciente y declaro. - Voy a hacer las compras. - Oh sí. Mejor huír antes de que empezara.

Observó el semáforo cambiar de color y bajó la vista al celular que a penas sacó del bolsillo, robándole un vistazo antes de volverlo a guardar. Había llegado unos minutos antes y todavía no había señal de su vecino. Lo tomó como una buena señal pues tenía la certeza -inexplicable- que si no se fuera a presentar ya habría oído de él. Decidió por el momento acercarse al pequeño kiosko cerca de la esquina y comprar una lata de bebida energizante y unos caramelos que se guardó en el bolsillo opuesto a su teléfono en su saco gris. Apoyando la espalda contra la pared junto al mostrador, abrió e ingirió un largo trago casi sin respirar.

Era inusual que estuviera despierto tan temprano en su día libre luego de haber trabajado dos turnos seguidos, pero no había conseguido quien lo cubriera el sábado por la noche. No era de sorpresa, pues no muchos querían pasarlo hacinados en la comisaría en vez de salir con sus amigos o pasar una cena en familia. Volvió a darle otro sorbo y suplicó que hiciera efecto más rápido. Si bien se había duchado y cambiado en los vestidores, lo cual había ayudado a que se sintiera un poco más despabilado, sólo había ayudado físicamente: su cerebro parecía resistirse a salir de su estupor.

Intentando no caer en un mal humor, se recordó porqué estaba haciendo esto. La idea de volver a tener un sillón hecho y derecho en el living se hizo tentadora -en especial porque todavía tenía olor a quemado, y los días de humedad se hacía imposible- y volvió a agradecer mentalmente la asistencia de Tahiel en todo el asunto. Recordó, con un dejo de sonrisa, la conversación mientras hacían las compras unos días atrás, sobre todo al descubrir que los dos tenían en común su pasión por la F1. Quizás podría ser el puntapié para tener una relación más decente. Frunció el ceño preguntándose cuándo había sido la última vez que había salido con alguien que no fuera un compañero de trabajo o amigo del secundario. Sacudió la cabeza y se terminó la bebida, tirando la lata vacía en el tacho junto a él.

De reojo, vio su reflejo en una de las tiendas cercanas. Esperaba que su apariencia no fuera demasiado formal; había podido llevar consigo unos jeans negros, que hacían más amistoso el look que sus pantalones de vestir reglamentarios, pero seguía usando su camisa celeste con finas rayas azules; había sido una buena decisión sacarse la corbata y revolverse el pelo. Revisó, de nuevo, que no se pudiera ver su arma reglamentaria ni la funda en su lado izquierdo (N/A: la funda es esa que es como un tirador de cuero y la funda en sí cuelga en el lateral del cuerpo, tipo abajo de la axila) y se dio por satisfecho, acomodando las solapas de su saco de paño gris. Volvió a pararse más cerca de la esquina, en medio de la vereda, buscando con la mirada la figura familiar de su vecino.


//Dios, hace mucho no escribía TANTO. Soy feliz xD//