Chinese Zodiac

Exacto. ¿Qué más podía esperarse de una mujer de su clase?
Ni siquiera se arrepentía o temía por sus palabras. Saltaba a la vista que su “Lo siento” Había sido solo una formalidad.

- Cedí lo suficiente como para no haber tomado acción al instante. - Respondió Qiang Long con su siempre inmortal seriedad. - Y lamento decepcionarla pero entretener invitados no es mi fuerte ni albergo interés en ello y, como ha dicho su presencia es irrelevante ni siquiera comprendo por qué nos está acompañando. - Soltó la duda que había estado rondando sus pensamientos desde el inicio del paseo, aunque probablemente ella sabía menos que él, que aunque sea sospechaba de un par de razones.
Razones que involucraban al emperador y a Shujinko molestándolo. La pobre consorte no podría ni sospechar aquello.

Le extrañó que dijera que una de sus tareas era proteger a la señorita ¿Qué podría hacer aquella frágil dama si la otra sufría algún peligro?
Consideró el aclararle que no era necesario y que había amenaza alguna. Pero esas nunca eran palabras convincentes ni tenía ninguna obligación de decirlas. Así que optó por su siempre predilecta actitud de guardar silencio.

Tras él, no pudo ver cómo Shujinko se acercaba a la vieja Tao Liang para susurrarle en su oído pero si sintió pudo esquivar a tiempo el golpe que le dirigió la anciana.
- ¿¡Cómo que te niegas a entretener a esta pobre invitada!? Mirala que bella y adorable es? Cómo puedes hacerle eso! Piensa en lo incómoda que se debe sentir si le dices eso! Yo no te crié así! -

Quiang Long miró a Shujinko con odio mientras dejaba que la anciana asesara el segundo intento de bofetada y el cabeza de zanahoria contenía sus carcajadas.